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Navegar a Nuevas Aguas: Fortalecer el Movimiento de Conservación de los Océanos

Heather Ludemann encabeza el trabajo de la Fundación sobre la conservación marina y el manejo de pesquerías en Estados Unidos. En este papel, ella dirigió la actualización de la Estrategia Marina para Estados Unidos (U.S. Marine Strategy), la cual será la guía de la Fundación para la concesión de subsidios para proyectos sobre el mar y otras inversiones relacionadas para el período 2018 – 2021. A continuación, Heather destaca aspectos cruciales de la estrategia revisada, ofreciendo observaciones y detalles adicionales sobre las decisiones, metas y objetivos de la Fundación.

Danos a conocer tu primera conexión con el mar y una experiencia que ayude a los demás a conectarse a él.

Pasar el rato con la familia en el océano fue una parte importante de mis años formativos. Mi padre era marinero, así que pasamos mucho tiempo en el estrecho de Long Island Sound y las playas cercanas. Parece predestinado que íbamos a aprender a bucear juntos como familia muchos años más tarde, cuando estaba en la universidad. Mi primera experiencia buceando me dejó atónita. Me sorprendió cuánta vida existía bajo la superficie del agua. Después de la universidad, acepté un trabajo en la Isla de Catalina frente a la costa de California, donde daba clases a los niños sobre el mar. Uno de mis aspectos favoritos del trabajo era enseñar a los niños a bucear con tubo y sin tanque. Muchos de mis alumnos crecieron en el sur de California, pero nunca habían estado en el océano, y mucho menos habían visto lo que existía bajo la superficie. Ser parte de su exploración mientas navegaban un ambiente nuevo y diferente fue un verdadero placer.

¿Qué está tratando de lograr la Fundación Packard mediante la Estrategia Marina para Estados Unidos actualizada, y cómo difiere de la Estrategia Marina para Estados Unidos original realizada en el 2014?

En primera instancia, estamos preocupados por un potencial retroceso histórico en los logros de conservación de los océanos. Hace cuatro años, nunca hubiera pensado que hoy en día estaríamos enfrentando una propuesta para ampliar la perforación petrolera a un 90 por ciento de las aguas costeras de Estados Unidos. Las políticas basadas en rigurosa investigación científica y en manejo sólido son aspectos que han hecho de nuestra nación un líder mundial en conservación de los océanos. Sería irresponsable debilitar el manejo con base en la ciencia en estos momentos en que líderes mundiales de sectores públicos y privados reconocen la necesidad de tomar una visión a largo plazo y así poder aumentar de manera colectiva nuestro impacto en la conservación.

Segundo, estamos redoblando esfuerzos para ayudar a preparar a pesquerías y a comunidades pesqueras para que se adapten a las consecuencias del cambio climático en ecosistemas marinos de la Costa Oeste. Muchas comunidades pesqueras ya están enfrentándose a los impactos del cambio climático. Las innovaciones y los avances adicionales son necesarios para prosperar en un mundo rápidamente cambiante.

Finalmente, respaldaremos esfuerzos que fomenten y aumenten el movimiento a favor de la conservación de los océanos en Estados Unidos. Las oportunidades para comprometer a más gente para que se unan a causas comunes son mayores que nunca, ya sea para evitar nueva perforación petrolera o para seguir reconstruyendo pesquerías en Estados Unidos. Pequeñas empresas, líderes estatales y municipales, comunidades indígenas, científicos, pescadores, gente joven y comunidades de color son algunos de los grupos con los que debemos estar trabajando para proteger el océano. Tenemos claro que para ser relevante, el movimiento de conservación del mar debe ser más incluyente, y debe avanzar hacia soluciones equitativas.

¿De qué manera la Estrategia Marina para Estados Unidos se conecta con las otras estrategias del Programa de Conservación y Ciencia de la Fundación?

La Estrategia Marina para Estados Unidos es parte del Marco Estratégico para los Océanos con un alcance a 15 años, el cual da prioridad al manejo sensato de los mares en seis países: Chile, China, Indonesia, Japón, México y Estados Unidos. Dada la extensa capacidad científica y sólida estructura de gestión en Estados Unidos, estamos extraordinariamente posicionados para poner a prueba nuevas ideas y enfoques aquí que podrían ser aplicados en otros países. Por supuesto que esto significa tomar en cuenta el contexto local y trabajar con organizaciones regionales para adaptar herramientas y estrategias. Además de servir como incubadora de ideas innovadoras, Estados Unidos también tiene un tremendo poder adquisitivo en mercados de alimentos marinos a nivel global por la cantidad de pescados y mariscos que importamos. Este poder de compra puede movilizarse para atacar pesquerías ilegales, no reglamentadas o no reportadas, incluyendo poner un fin a abusos de los derechos humanos y situaciones de esclavitud a bordo de barcos pesqueros que capturen productos del mar para importación por parte de Estados Unidos.

La labor que nuestro Programa sobre el Clima está realizando para ayudar a mitigar emisiones de carbono es crítica dado que conocemos sus impactos en ecosistemas marinos. Las comunidades costeras ya están siendo impactadas por el aumento del nivel de los mares. La acidificación del océano y las cambiantes temperaturas del agua amenazan el sustento de comunidades pesqueras, de especies marinas y de cadenas alimentarias, al igual que impiden la eficiencia de áreas marinas protegidas y el manejo de pesquerías. Ultimadamente nos gustaría ver que el manejo y las políticas incorporen de mejor manera, y aborden de manera proactiva, los impactos climáticos.

¿Qué nos puedes decir que nos dé esperanza a todos de que el océano puede ser protegido?

Hemos sido testigos de la recuperación de ecosistemas y de pesquerías marinas– así que sabemos que puede lograrse. Monterey Bay, por ejemplo, estaba agotada, sobre explotada y contaminada. Hoy en día, es un ambiente marino pujante y en buen funcionamiento que la gente visita y disfruta. Eso me da esperanza. Ahora no es el momento de dar marcha atrás en un manejo sólido con bases en la ciencia y en la conservación. Existen muchos otros ejemplos que demuestran que podemos recuperar nuestro océano y nuestras pesquerías. Estas historias de éxito, y la gente apasionada que las hace realidad, me dan esperanza. La gente, tanto a nivel individual o como miembros de organizaciones dedicadas, entre ellos nuestros beneficiarios y nuestros colaboradores, hacen posible esta labor. Más que nunca, apreciamos su dedicación y su tenacidad durante estos tiempos de desafíos.